EL BULLYING

El bullying, o acoso escolar, es un problema muy serio que afecta a muchos estudiantes en todo el mundo, incluyendo Colombia. Se trata de cuando alguien, repetidamente, hace daño a otra persona de manera intencional, ya sea a través de palabras, golpes, exclusión social o incluso a través de internet (ciberbullying). Es importante entender que el bullying no es un juego y puede tener consecuencias muy graves para todos los involucrados. En nuestro colegio IEMTA Policarpa Salavarrieta, estamos profundamente preocupados por esta problemática y asumimos una postura responsable y comprometida con el bienestar de nuestros estudiantes.

El bullying puede causar mucho dolor y sufrimiento a las víctimas. Los niños y adolescentes que son acosados pueden sentirse muy tristes, ansiosos, tener baja autoestima y tener problemas en la escuela. En algunos casos, el bullying puede llevar a pensamientos suicidas y autolesiones. Pero no solo las víctimas sufren; los que hacen bullying también pueden enfrentar problemas, como dificultades para relacionarse con los demás, problemas en la escuela y, a largo plazo, problemas con la ley.

A veces, el bullying se disfraza como «bromas» o «juegos», pero es importante saber que lastimar a alguien nunca es divertido. El acoso no es un juego inocente. Tiene el potencial de causar un daño profundo y duradero. Todos necesitamos entender la diferencia entre una broma amistosa y un comportamiento dañino.

Algunos Casos

  • Phoebe Prince: Phoebe era una estudiante de 15 años en Massachusetts que se quitó la vida después de ser acosada constantemente por sus compañeros. Este caso mostró a todo el país lo serio que es el bullying y llevó a cambios en las leyes escolares.
  • Amanda Todd: Amanda, una adolescente canadiense, compartió su historia en un video en YouTube después de sufrir ciberbullying. Lamentablemente, se quitó la vida poco después. Su historia tocó el corazón de muchas personas y mostró los peligros del acoso en línea.
  • Tyler Clementi: Tyler era un estudiante universitario que se suicidó después de que su compañero de cuarto lo grabara en un momento privado y lo compartiera en internet. Este caso subrayó la importancia de respetar la privacidad y la dignidad de los demás.
  • Sergio Urrego: En 2014, Sergio Urrego, un estudiante de 16 años, se quitó la vida después de sufrir acoso homofóbico en su colegio en Bogotá. Su caso generó una gran conmoción en Colombia y llevó a una mayor conciencia sobre el bullying y la discriminación en las escuelas. Este trágico evento resaltó la importancia de promover la inclusión y el respeto por la diversidad en el entorno escolar.

En Colombia, el bullying puede tener implicaciones legales serias. La Ley 1620 de 2013, conocida como la Ley de Convivencia Escolar, establece medidas para prevenir y abordar el acoso escolar. Esta ley obliga a las instituciones educativas a implementar programas de prevención y manejo del bullying, y establece sanciones para los responsables.
Además, en casos graves donde el bullying resulta en lesiones físicas, psicológicas o la muerte, los responsables pueden enfrentar consecuencias penales. El Código Penal Colombiano contempla delitos como lesiones personales, inducción o ayuda al suicidio, y homicidio, que pueden ser aplicados en situaciones de bullying extremo.
Por ejemplo, los actos de bullying que resulten en lesiones personales pueden ser sancionados bajo el Artículo 111 del Código Penal, que estipula penas de prisión para quienes causen daño físico o psicológico a otra persona. En casos de ciberbullying, donde se difunda material íntimo sin consentimiento, se puede aplicar el Artículo 269F del Código Penal, relacionado con la violación de datos personales.
Los padres también tienen una responsabilidad en estos casos. Pueden ser llamados a responder civilmente por los daños causados por sus hijos menores de edad, y es fundamental que trabajen en conjunto con las escuelas y las autoridades para prevenir y abordar el bullying de manera efectiva.

LEY 1620 DE 2013

En conclusión, el bullying no es un juego y puede tener efectos muy graves. Todos, tanto estudiantes como padres, tenemos la responsabilidad de crear un ambiente seguro y respetuoso en nuestras escuelas y comunidades. Reconociendo los riesgos y tomando medidas para prevenir el bullying, podemos hacer una gran diferencia. Aprendamos de los tristes ejemplos del pasado y trabajemos juntos para construir un futuro donde todos los niños y adolescentes puedan sentirse seguros y valorados.